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València estrena nuevos radares móviles

València ha dado un paso más en su apuesta por la seguridad vial con la instalación de nuevos radares móviles en distintas ubicaciones de la ciudad. El objetivo es disminuir la siniestralidad y evitar que los conductores excedan los límites de velocidad, especialmente en aquellas zonas donde se ha detectado un mayor riesgo de accidentes. Estos dispositivos, que se irán rotando de manera aleatoria, no buscan multar, sino concienciar a los conductores para que respeten las normas de circulación.

València estrena nuevos radares móviles

Un sistema móvil para disuadir a los conductores

La iniciativa no pretende generar ingresos mediante multas, sino reducir los accidentes de tráfico y proteger tanto a peatones como a ciclistas y conductores. Para ello, se han colocado seis cabinas fijas en distintos puntos estratégicos de la ciudad, donde la Policía Local podrá situar de forma aleatoria los radares móviles adquiridos recientemente. La novedad radica en que los conductores no sabrán con certeza en qué cabina se encuentra el radar, lo que les obliga a mantener una velocidad adecuada en todo momento.

Las cabinas vacías jugarán un papel crucial en la disuasión. El hecho de que los radares se desplacen entre diferentes puntos de la ciudad hace que los conductores deban estar siempre alerta y respetar los límites, independientemente de si saben o no que hay un radar en una cabina concreta.

Zonas de mayor riesgo

Las ubicaciones de las cabinas fijas se han decidido en base a estudios realizados por la Policía Local y el Área de Movilidad, que han identificado los tramos con mayor siniestralidad y aquellos donde se suelen exceder los límites de velocidad. Las nuevas cabinas se encuentran en seis puntos clave de la ciudad:

  • Avinguda dels Germans Machado, en el cruce con el carrer de Vicent Canet.
  • Carrer d’Antonio Ferrandis, en el cruce con el Camí del Pou d’Aparisi.
  • Camí Nou de Picanya, a la altura del número 49.
  • Avinguda de Fernando Abril Martorell, en el cruce con Malilla.
  • Avinguda dels Tarongers, a la altura del número 8.
  • Avinguda del Mestre Rodrigo, a la altura del número 84.

Estas vías, que permiten velocidades máximas de 50 km/h o menos en algunos tramos, son zonas donde se ha detectado un mayor número de accidentes, muchos de ellos causados por el exceso de velocidad. Por ello, la medida busca evitar que los conductores circulen por encima de los límites permitidos, disuadiendo comportamientos peligrosos al volante.

Un esfuerzo por reducir la siniestralidad

El objetivo principal de este sistema no es otro que reducir los accidentes y su gravedad. Las autoridades insisten en que no se trata de un sistema recaudatorio, sino de una herramienta para mejorar la seguridad en las calles y avenidas de València. Con la instalación de estas cabinas fijas, la Policía Local espera que los conductores se sientan motivados a respetar las señales de tráfico y a conducir con mayor precaución, incluso si no están seguros de si el radar está activo o no en un punto determinado.

Este enfoque disuasorio no solo busca evitar multas, sino fomentar una conducción más segura y responsable en toda la ciudad. Los conductores deberán acostumbrarse a mantener velocidades adecuadas en cada tramo de la vía, con el objetivo de hacer que las calles sean más seguras tanto para los peatones como para los ciclistas.

La inversión en seguridad vial

Para implementar este nuevo sistema, la Policía Local ha invertido en dos cinemómetros Doppler multicarril con captura de imágenes y seis cabinas fijas. Estos dispositivos, que permiten registrar la velocidad de los vehículos y capturar imágenes, se irán rotando entre las diferentes cabinas de la ciudad. La inversión total ha sido de 247.047,80 euros, de los cuales 165.987,80 euros corresponden a la compra de los dispositivos y el resto se destinará al mantenimiento y certificación de los mismos durante los próximos cuatro años.

Con esta inversión, las autoridades buscan mejorar la seguridad vial en toda la ciudad y reducir significativamente la siniestralidad en las áreas más conflictivas. La combinación de tecnología avanzada y una estrategia de rotación aleatoria garantiza que los conductores no puedan predecir dónde estarán los radares, lo que, en última instancia, les disuade de exceder los límites de velocidad.

Un enfoque integral para la movilidad segura

Además de las cabinas y los radares móviles, las autoridades de València están llevando a cabo una serie de iniciativas integrales para mejorar la movilidad y la seguridad en toda la ciudad. Estos esfuerzos incluyen la promoción del uso de bicicletas y la mejora de la infraestructura para peatones, asegurando que todos los ciudadanos puedan desplazarse por València de manera segura, ya sea en coche, bicicleta o a pie.

La velocidad excesiva es uno de los factores principales en los accidentes de tráfico, y medidas como estas son necesarias para proteger a los usuarios más vulnerables de la vía pública. Las calles y avenidas de la ciudad deben ser espacios seguros para todos, y este nuevo sistema de radares es un paso en la dirección correcta para lograr ese objetivo.

Sensibilización y responsabilidad al volante

Este nuevo sistema de radares también busca crear una mayor conciencia entre los conductores sobre la importancia de respetar los límites de velocidad. La idea es que, al no saber dónde está ubicado el radar en cada momento, los conductores se vean obligados a adoptar un comportamiento más responsable en todas las vías, no solo en aquellas donde se sabe que hay control de velocidad.

El cumplimiento de los límites de velocidad no solo protege a los peatones y ciclistas, sino que también reduce la probabilidad de sufrir o causar un accidente grave. En este sentido, el nuevo sistema de radares móviles en València tiene el potencial de hacer un gran aporte a la seguridad vial de la ciudad, promoviendo una conducción más responsable y consciente.

València, una ciudad más segura

En definitiva, València ha dado un importante paso hacia la mejora de la seguridad vial con la instalación de estos nuevos radares móviles. La inversión en tecnología y la implementación de un sistema disuasorio demuestra el compromiso de la ciudad con la protección de sus ciudadanos. Este enfoque, que no busca multar sino evitar accidentes, es un reflejo de cómo una gestión responsable de la movilidad puede contribuir a una ciudad más segura para todos.

Las calles de València pronto se convertirán en espacios más tranquilos y seguros, gracias a esta iniciativa que disuade a los conductores de comportamientos peligrosos al volante. Con un enfoque claro en la reducción de la siniestralidad y una inversión en tecnología avanzada, la ciudad sigue avanzando hacia un futuro donde peatones, ciclistas y conductores puedan compartir las vías de manera segura y responsable.