El Centro Mundial de València para la Alimentación Urbana Sostenible (CEMAS), en colaboración con el Consejo Europeo de Información sobre la Alimentación (EUFIC), organizó el pasado 8 de octubre un evento en el edificio Veles e Vents para abordar la pérdida y el desperdicio de alimentos, en conmemoración del Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio Alimentario.
Carlos Mundina, concejal de Mejora Climática y Eficiencia Energética y presidente del CEMAS, destacó la urgente necesidad de reducir el desperdicio alimentario en las ciudades. Durante su intervención, subrayó que «no hay nada más doloroso que tirar comida, especialmente cuando muchas personas pasan hambre». También resaltó el papel crucial de las ciudades en la mitigación de este problema y la importancia de fomentar la conciencia ciudadana sobre prácticas responsables en el uso de los alimentos. En este sentido, Mundina valoró la dieta mediterránea como un ejemplo de respeto hacia los alimentos producidos localmente y un modelo más sostenible.
El evento, titulado “Fortalecimiento de la capacidad de las ciudades para la prevención y reducción de la pérdida y el desperdicio de alimentos”, reunió a líderes y expertos de diversas ciudades europeas y se enmarcó en las actividades de la Capital Verde Europea 2024. Según Mundina, este reconocimiento es una muestra de las políticas ambientales implementadas durante años en València y refuerza el compromiso de la ciudad hacia una gestión alimentaria más sostenible.
Un enfoque europeo en la pérdida y el desperdicio de alimentos
La sesión plenaria del evento se centró en la pérdida y desperdicio de alimentos desde un enfoque europeo. Cristina Lisetchi, Policy Officer de la Comisión Europea, abordó los objetivos de la Unión Europea en esta materia, destacando las metas a alcanzar en los próximos años. Antonio García, director general de la Capital Verde Europea 2024, presentó la ponencia titulada “La alimentación, pilar de la CVE 2024”, en la que destacó el rol fundamental que tiene la alimentación en los planes de sostenibilidad urbana de València.
Además, Valeria de Laurentiis, responsable de proyectos en residuos alimentarios del Joint Research Center (JRC) de la Comisión Europea, presentó varios proyectos europeos en curso, entre ellos la calculadora de prevención de residuos alimentarios, una herramienta destinada a medir y reducir el desperdicio.
Experiencias de ciudades europeas
Durante la segunda parte de la jornada, diferentes ciudades ejemplares presentaron sus políticas de pérdida y desperdicio de alimentos. Entre los ponentes estuvieron Isabella Ligia, directora de Planificación Estratégica de Cagliari, Natalia Boitot, directora de proyectos internacionales de Varsovia, y Teresa Materia, jefa de la Oficina contra la Pobreza Alimentaria de Milán. Arash Derambarsh, vicealcalde de Courbevoie, y Christina Linnerhag, jefa de la Unidad de Alimentación de Gotemburgo, también compartieron sus experiencias.
València, la nueva despensa mediterránea sostenible
Finalmente, Liliana Annovazzi-Jakab, jefa de Asuntos Económicos de la ONU, presentó una nueva aplicación llamada NET, diseñada para mejorar la gestión de los alimentos y reducir su desperdicio.
Talleres sobre el desperdicio alimentario
Por la tarde, los asistentes participaron en talleres paralelos donde se debatieron estrategias para reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos. El primer taller, moderado por Francesco Cagnola de MUFPP, abordó el desperdicio alimentario de los consumidores y exploró qué pueden hacer los diferentes actores implicados. El segundo, liderado por Kader Makhlouf del UCLG, trató sobre cómo fomentar la colaboración entre múltiples actores, mientras que el tercero, moderado por Chiara Roticiani de EUROCITIES, se enfocó en la gestión y valorización de la pérdida y el desperdicio de alimentos.
Un desafío global
El desperdicio alimentario es un grave problema económico, medioambiental y social. Según el Informe sobre el Índice de Desperdicio de Alimentos 2024, cada año se pierden alimentos por valor de más de un billón de dólares, contribuyendo entre un 8% y un 10% a las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Al mismo tiempo, 783 millones de personas en todo el mundo pasan hambre.
Un paso adelante hacia la sostenibilidad alimentaria: València y el programa europeo SPOON
Este evento se alineó con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 12.3 de la ONU, que busca reducir a la mitad el desperdicio de alimentos para 2030. El encuentro en València fomentó el diálogo y la colaboración entre las ciudades europeas para abordar el problema de forma integral y eficaz.
Continuidad de los esfuerzos
Este evento dio continuidad al encuentro de 2023, también organizado por CEMAS y EUFIC, en el que se abordaron soluciones a través de un enfoque multisectorial. En ambas ocasiones, se subrayó la importancia del trabajo a nivel local, ya que las ciudades tienen una autoridad clave para implementar políticas públicas que mitiguen el desperdicio alimentario. València, como Capital Verde Europea 2024, se ha comprometido a seguir liderando la lucha contra la pérdida y el desperdicio de alimentos, impulsando políticas que aseguren una gestión alimentaria más sostenible y respetuosa con el medio ambiente.