Si estás buscando un rincón especial donde disfrutar del mar sin aglomeraciones este verano, Cala Baladrar en Benissa es un destino que no puedes pasar por alto. Situada en la provincia de Alicante, esta cala ha comenzado a ganar fama entre aquellos que buscan una experiencia de playa más tranquila y auténtica. Con aguas cristalinas, una rica biodiversidad marina y un entorno natural casi intacto, Cala Baladrar se presenta como una excelente alternativa a las playas más conocidas y concurridas de la Comunidad Valenciana.
¿Qué Hace a Cala Baladrar Tan Especial?
En la Costa Blanca, donde la oferta de playas y calas es variada y extensa, no es fácil destacar. Sin embargo, Cala Baladrar lo logra gracias a su belleza natural y su atmósfera relajada. Al llegar, lo primero que notarás es el espectacular paisaje que rodea la cala. Pines altos y frondosos se inclinan hacia el mar, creando un contraste impresionante con el azul turquesa del agua. Este entorno, prácticamente aislado de la urbanización, te hace sentir como si estuvieras en un pequeño paraíso escondido.
La cala se encuentra al pie de un acantilado de unos 25 metros, lo que añade un toque de aventura a la experiencia de visitarla. Para acceder, tendrás que descender por unas escaleras que, aunque empinadas, están bien habilitadas. Este pequeño esfuerzo inicial se ve ampliamente recompensado cuando finalmente pones un pie en la cala y te encuentras rodeado de un entorno natural único.
Un Paraíso para los Amantes del Mar
El fondo marino de Cala Baladrar es un verdadero tesoro. Gracias a sus aguas claras y poco profundas, es ideal para la práctica del snorkel y el buceo. La visibilidad es excelente, lo que permite observar una gran cantidad de peces y otras especies marinas que habitan entre las rocas y las praderas submarinas. Además, la poca profundidad de la cala la convierte en un lugar adecuado para ir con niños, siempre y cuando lleven calzado adecuado para caminar sobre las piedras que cubren el fondo.
Para los buceadores más experimentados, la cala ofrece la oportunidad de explorar una serie de acantilados submarinos. Estos acantilados, formados por la erosión del mar, albergan una diversidad de vida marina que resulta fascinante. Es común ver bancos de peces de colores, erizos de mar, y con un poco de suerte, alguna que otra estrella de mar.
Dos Zonas para Disfrutar
Cala Baladrar se divide en dos zonas distintas, cada una con su propio encanto. La primera y más amplia es la zona de Baladrar propiamente dicha, donde la mayoría de los visitantes suelen instalarse. Esta área es perfecta para relajarse al sol, montar la sombrilla y disfrutar de un día tranquilo junto al mar. Aunque la playa es de cantos rodados y puede resultar incómoda para quienes prefieren tumbarse directamente en la toalla, con una buena silla de playa y algo de protección para los pies, podrás disfrutar sin problemas.
La otra zona, conocida como la Goleta, es más pequeña y menos concurrida. Este rincón es perfecto si lo que buscas es mayor tranquilidad o si tienes planes de explorar el fondo marino. La Goleta es ideal para practicar snorkel lejos de la multitud, y es común ver a familias y grupos pequeños disfrutando del mar en esta área más reservada. El acceso al agua es fácil y, una vez dentro, te verás rodeado de peces y vida marina que parece ignorar la presencia humana.
Servicios en la Cala: Todo lo Esencial para un Día Perfecto
A pesar de ser una cala relativamente pequeña y aislada, Baladrar cuenta con los servicios básicos para pasar un día cómodo en la playa. El chiringuito Olalà, situado en lo alto del acantilado, es una parada obligatoria. Aquí puedes tomar algo refrescante a mediodía o incluso disfrutar de una comida con vistas panorámicas al mar. Su carta, sencilla pero sabrosa, incluye opciones como ensaladas, bocadillos y platos de pescado fresco, perfectos para reponer energías después de un baño en el mar.
Además del chiringuito, la cala dispone de aseos y un pequeño aparcamiento con espacio para unos 20-25 coches. Sin embargo, en temporada alta, este aparcamiento puede llenarse rápidamente, por lo que es recomendable llegar temprano para asegurarte un lugar. Si decides visitar Baladrar, no olvides traer tu propia sombrilla y sillas de playa, ya que el suelo de cantos rodados puede resultar incómodo con solo una toalla.
Explora Más Allá de la Playa: El Sendero Ecológico de Benissa
Si quieres complementar tu día de playa con un poco de actividad física y exploración, el sendero ecológico de Benissa es una excelente opción. Este camino costero, que se extiende a lo largo de varios kilómetros, te permitirá descubrir la belleza natural de la zona desde otra perspectiva. A lo largo del sendero, podrás disfrutar de vistas espectaculares del mar y del paisaje montañoso, con paradas en otros puntos de interés, como pequeñas calas y miradores.
El sendero es de fácil acceso y está bien señalizado, por lo que no necesitas ser un senderista experimentado para recorrerlo. Es una actividad ideal para realizar en familia, especialmente si viajas con niños que disfrutan de la naturaleza. El recorrido ofrece la oportunidad de aprender más sobre la flora y fauna local, con paneles informativos en varios puntos del camino.
Conclusión: Una Cala que Vale la Pena Descubrir
Cala Baladrar en Benissa es uno de esos rincones que, una vez descubiertos, no quieres dejar de visitar. Su combinación de aguas cristalinas, rica biodiversidad marina y un entorno natural casi virgen la convierten en un destino único en la Costa Blanca. Aunque su acceso no es tan sencillo como el de otras playas más grandes, este pequeño desafío inicial solo añade al encanto de la experiencia.
Ya sea que busques un lugar para relajarte en la playa, explorar el fondo marino o disfrutar de un buen almuerzo con vistas al mar, Baladrar tiene algo que ofrecerte. Si este verano decides alejarte del bullicio de las playas más turísticas, no dudes en darle una oportunidad a esta joya escondida de Benissa. No te arrepentirás.
