València está lista para un cambio importante en su movilidad urbana con la entrada en vigor de la nueva ordenanza de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE). El concejal de Movilidad, Jesús Carbonell, ha asegurado que esta normativa busca ser inclusiva, flexible y consciente del impacto económico en la población, especialmente en las personas con menos recursos. A continuación, te contamos los detalles más relevantes de este proyecto que busca transformar la movilidad en la ciudad.
Un calendario para adaptarse sin prisas
La implementación de la ZBE seguirá un enfoque gradual y escalonado, diseñado para dar tiempo a la ciudadanía y las empresas a adaptarse. Este es el plan:
- 2025: Desde la entrada en vigor de la norma hasta el 30 de noviembre, se iniciará una fase informativa sin sanciones, en la que se notificarán las restricciones a los vehículos afectados. El 1 de diciembre, comenzará la fase sancionadora para los vehículos más contaminantes registrados fuera de la provincia.
- 2026: Se mantendrán las sanciones a los vehículos externos a València.
- 2027: A partir del 1 de enero, las restricciones se extenderán a vehículos contaminantes registrados en la provincia, pero no en la ciudad.
- 2028: Finalmente, se aplicarán sanciones a cualquier vehículo contaminante que circule en el municipio.
Además, se establecen moratorias específicas hasta 2028 para los vehículos más contaminantes de pedanías afectadas por la dana de 2024 y de municipios incluidos en el Decreto 164/2024. Con estas medidas, se pretende equilibrar la protección medioambiental con la realidad económica y social de las comunidades más vulnerables.
Delimitación y excepciones
La ZBE abarcará una superficie de 27,8 km², delimitada por la Ronda Nord, la avenida de Tarongers, la Serradora y el Bulevar Sud. Aunque inicialmente se planteó una regulación especial para Ciutat Vella Nord, esta área continuará bajo las normativas del Área de Prioridad Residencial (APR), con restricciones similares a las del resto de la ZBE.
En cuanto a las excepciones, se permitirá la circulación de vehículos esenciales para la economía y el bienestar social, como los utilizados por pequeñas empresas, autónomos y servicios de emergencia. También estarán exentos aquellos conducidos por personas con movilidad reducida o familias numerosas, entre otros. Incluso los vehículos históricos tendrán una limitación anual de acceso, aunque podrán entrar 96 veces al año.
Para los vehículos no exentos pero afectados, la ordenanza permitirá 48 accesos anuales al área restringida, un pequeño margen pensado para casos específicos o necesidades puntuales.
Tecnología para el control y sensibilización ciudadana
La ordenanza contempla la instalación de 278 cámaras de control en 68 puntos estratégicos que verificarán el acceso mediante lectura de matrículas. Este sistema no solo servirá para controlar las restricciones, sino también para informar a los conductores sobre su situación y evitar sanciones inesperadas durante la fase inicial.
Además, se instalará señalización clara alrededor del perímetro de la ZBE, asegurando que todos los usuarios estén al tanto de las nuevas normativas y sus implicaciones.
Medidas para fomentar la movilidad sostenible
Junto a las restricciones, el Ayuntamiento de València implementará medidas para promover el uso del transporte sostenible. Entre las iniciativas destacan:
- Un título gratuito temporal de la EMT para residentes con vehículos afectados que decidan no reemplazar su coche tras su retirada.
- Acceso diurno para camiones cero emisiones de hasta 18 toneladas, siempre que cumplan requisitos de tamaño y longitud.
- Impulso de la electromovilidad y mejora de la accesibilidad en toda la ciudad.
- Promoción de prácticas sostenibles en la distribución urbana de mercancías.
Estas medidas buscan no solo compensar a los afectados, sino también animar a la transición hacia opciones de transporte más ecológicas y seguras.
Una normativa que prioriza la equidad
El concejal Jesús Carbonell ha subrayado que el objetivo principal de esta ordenanza es evitar que las personas con menos recursos sean las más perjudicadas. Para ello, se han diseñado medidas como las moratorias, los accesos anuales limitados y los títulos gratuitos de transporte público. Según Carbonell, en 2028, el porcentaje de vehículos afectados será bajo, pero se mantendrán alternativas para facilitar la movilidad de todos los ciudadanos.
Un paso adelante para València
La implementación de la ZBE en València es un paso crucial hacia una ciudad más sostenible y saludable, pero también un ejemplo de cómo una normativa puede adaptarse a las necesidades de la población. Con un calendario gradual, excepciones bien definidas y medidas de apoyo, el Ayuntamiento busca lograr un equilibrio entre la protección del medio ambiente y el bienestar social.