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Una limpieza a fondo en el Colector Norte para un Valencia más sano

La ciudad de Valencia está a punto de vivir una transformación silenciosa pero esencial. Se habla de brigadas de limpieza, pero esta vez, no para las calles, sino para el interior del Colector Norte, una arteria vital que llevará mucho más que aguas residuales. Con un presupuesto de 4,5 millones de euros, el Ayuntamiento y la Generalitat han puesto en marcha una operación que promete devolverle toda su capacidad funcional.

Ayuntamiento y la Generalitat limpiarán el tramo final del Colector Norte con un presupuesto de 4,5M€

Un proyecto necesario, pero con un pasado complicado

El Colector Norte de Valencia, conocido por ser el más grande y de mayor caudal de la ciudad, ha estado en problemas por acumulaciones de lodos y residuos. Situado entre las cuencas Centro, Este y Poblados Marítimos, maneja un impresionante caudal diario de 175.000 m³ de aguas residuales. Este abundante flujo ha encontrado obstáculos en los sedimentos que el tiempo y la falta de mantenimiento han permitido acumular.

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Increíblemente, este proyecto llevaba años en un limbo burocrático. Desde 2019, había estado bloqueado, víctima de una desconexión entre las autoridades municipales y autonómicas. Sin embargo, parece que el 2025 ha sido el año de la reconciliación, con la alcaldesa María José Catalá y el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, firmando finalmente el convenio entre la Entidad de Saneamiento de Aguas Residuales (EPSAR) y el Ayuntamiento de Valencia.

La operación limpieza: detalles y expectativas

Así empezó una operación de limpieza ambiciosa en su tramo III, el cual abarca desde el pK 1+043 hasta el pK 2+528. Este tramo de 1,5 kilómetros se ha convertido en un cuello de botella, incapaz de evacuar eficientemente debido a la acusada acumulación de lodos, toallitas y otros residuos. Aquí, la falta de pendiente ha sido clave en la acumulación de más de 7.300 toneladas de sedimentos.

La Generalitat se encargará del 90% de la financiación necesaria, lo que permitirá realizar tanto la limpieza como las obras civiles auxiliares requeridas. Estas últimas serán cruciales para facilitar el acceso y maniobras de las maquinarias necesarias para retirar los residuos.

Beneficios más allá de las tuberías

Con la ejecución de estas obras, se busca mejorar significativamente la capacidad y el funcionamiento del colector. En palabras de los implicados, esta mejora permitirá lidiar mejor con las lluvias torrenciales y las precipitaciones intensas. Pero más allá de eso, el objetivo es evitar contaminantes vertidos que puedan llegar al tramo final del viejo cauce del río.

Carlos Mazón ha destacado cómo, finalmente, el proyecto avanza debido a la necesidad inaplazable de responsabilidades ambientales y sanitarias. Tampoco tardó en recordar las fricciones pasadas que mantuvieron en pausa este gigantesco esfuerzo.

Por su parte, la alcaldesa Catalá subrayó que estas medidas valoran no solo el bienestar visible de los valencianos, sino también la calidad de vida que nace de lo subterráneo. Como ella misma lo describió, es una apuesta conjunta por mejorar la salud ambiental de Valencia.

Un compromiso con el futuro

La imagen de los líderes firmando el acuerdo no solo simboliza la materialización del proyecto sino también un nuevo comienzo en términos de cooperación interinstitucional. Ambos mandatarios extendieron su agradecimiento mutuo. Según Catalá, este compromiso representa una prueba visible de la apuesta de la Generalitat por la ciudad y su comunidad.

Con este proyecto en marcha, lo que subyace es una promesa de retaliación. Valencia enfrenta el reto de las lluvias torrenciales con mucho más que esperanza; ahora tiene un compromiso tangible de que lo oculto dejará de ser un problema.