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Valencia transforma su paisaje urbano: empieza la remodelación de las avenidas Giorgeta y Pérez Galdós

La ciudad de Valencia está en pleno proceso de transformación urbana con el inicio de una obra titánica que ha capturado la atención de todos. Con un presupuesto millonario de 23,9 millones de euros, esta remodelación impacta una superficie de unos impresionantes 100,000 metros cuadrados a lo largo de más de dos kilómetros. En lo que se ha destacado como la mayor intervención urbana de las últimas dos décadas, el proyecto busca cambiar radicalmente el ambiente de las icónicas avenidas Giorgeta y Pérez Galdós.

la mayor obra urbana de las dos últimas décadas

Cambios estructurales en el tráfico y accesibilidad

Desde el principio, el plan de trabajar en fases resulta fundamental. El propósito central es mantener las avenidas abiertas al tráfico lo más posible durante los 14 meses de duración de las obras. Para ello, se han diseñado itinerarios alternativos informados mediante una cuidadosa señalética por toda la ciudad. En total, 45 carteles guían a los conductores a través de desvíos y cortes, asegurando que el caos sea mínimo.

La movilidad ha sido un punto clave en la planificación. En ambas avenidas, los autobuses de la EMT y los taxis tendrán privilegios especiales para circular, incluyendo un carril que permite la circulación en dirección contraria a lo habitual. Así, se garantiza no solo el acceso a las vías principales sino también a los garajes y domicilios de los vecinos que residen en estas zonas en remodelación.

Inicios y fases de la obra

La primera fase se está llevando a cabo en dos tramos extremos de las avenidas: el comprendido entre las calles de San Vicente y Jesús, y el que abarca desde el Pont de Campanar hasta la calle de Cartagena. El inicio de los trabajos en estos dos sectores, de manera casi simultánea, representa un enfoque estratégico para acelerar el progreso sin paralizar por completo los movimientos de las personas y vehículos.

Esta obra se ejecutará en un tiempo récord de tan solo dos años. El concejal de Urbanismo, Juan Giner, lo ha resaltado como un logro significativo, gracias a la coordinación estrecha con el delegado de Movilidad, Jesús Carbonell. Este dúo dinámico ha trabajado para priorizar las necesidades de la ciudadanía, un punto que han destacado reiteradamente.

Menos ruido, más verde

El cambio va más allá de las estructuras de tráfico. Uno de los objetivos del proyecto es reducir la contaminación acústica. Para lograrlo, el nuevo pavimento será fonoabsorbente, una innovación que los ciudadanos acogerán con agrado frente al ruido constante que caracteriza al tráfico urbano.

Además, el proyecto incluye la creación de tres zonas con parques infantiles y más de 6,800 metros cuadrados de áreas verdes. Se han planificado 60 especies de plantas para embellecer la zona, proporcionando un entorno más natural y saludable para quienes residen o trabajan en esta parte de Valencia.

Mejoras para peatones y bicicletas

Si bien la transformación del entorno vehicular es vital, la obra también contempla ofrecer mayor comodidad y seguridad para peatones y ciclistas. Habrá un nuevo carril bici segregado de 2,4 kilómetros, el cual promete ser un espacio seguro y atractivo para los amantes del pedaleo.

La urbanización futura incluirá notablemente más pasos de peatones, con la meta de tener uno cada 110 metros como máximo. Este enfoque no solo busca fluidificar los desplazamientos, sino también aumentar la seguridad y accesibilidad para todas las personas, sin dejar afuera a quienes tienen movilidad reducida.

Actualización en servicios urbanos

Finalmente, la obra también contempla la modernización de servicios críticos. Toda la iluminación será renovada con 265 luminarias, y se actualizarán tanto la semaforización como el alcantarillado de las avenidas. Con estos cambios, el Ayuntamiento de Valencia no solo está transformando el paisaje de la ciudad, sino que también está preparando un escenario para un futuro más sostenible y eficiente.

No cabe duda de que, cuando el proyecto finalice, Valencia lucirá un rostro nuevo y más atractivo para sus ciudadanos y visitantes. Esta reforma no solo mejorará la apariencia visual, sino también la calidad de vida de quienes participan de este espacio urbano cada día. La espera puede ser incómoda durante la ejecución, pero los resultados prometen valer completamente la pena.