El Ayuntamiento de València ha confiado en la reconocida empresa valenciana Vives y Marí para la confección de los espolines que lucirán las falleras mayores e infantiles durante las exaltaciones de las Fallas de 2025 y 2026. Por primera vez, el encargo abarca un período de dos años, consolidando así la relación con una firma que ha tejido tradición y excelencia durante más de seis décadas.
Una tradición que se viste de seda
Desde 2001, las falleras mayores de València visten un espolín oficial exclusivo, cuyo diseño pertenece al Ayuntamiento y se reserva únicamente para las máximas representantes de las Fallas. Este tejido, símbolo de distinción y artesanía, refleja la esencia de una fiesta que combina historia, arte y devoción popular.
Vives y Marí, asentada en Xirivella y fundada en los años 50 por Luis Vives y José Marí, ha mantenido viva la tradición de la seda a través de tres generaciones. Su compromiso con la calidad y la artesanía la ha posicionado como una de las sederías más prestigiosas de la Comunitat Valenciana.
Detalles del encargo
El Ayuntamiento destinó inicialmente un presupuesto total de 94.380 euros para la confección de los espolines. El importe máximo para los espolines de las falleras mayores de 2025 y 2026 ascendía a 49.005 euros, mientras que para las infantiles se preveían 45.375 euros para ambos ejercicios. Sin embargo, Vives y Marí ofreció una reducción en el presupuesto inicial, lo que, sumado a otros criterios, la convirtió en la adjudicataria del contrato.
Además del aspecto económico, el Ayuntamiento valoró la propuesta de Vives y Marí por su compromiso en reducir el plazo de entrega en diez días y por la entrega de 3,50 metros de tela lisa de seda artesanal del mismo color que el espolín. Esta tela adicional servirá para confeccionar el corpiño de manga larga para cada una de las falleras mayores de 2025 y 2026, aportando uniformidad y elegancia al conjunto.
Especificaciones técnicas y artesanales
La complejidad del espolín radica en su diseño y en la cantidad de pasadas necesarias para su confección. Los dibujos suelen medir entre 40 y 50 cm de altura y requieren de 4.000 a 15.000 cartones, dependiendo del diseño, la dificultad y el número de pasadas. Los espolines destinados a las falleras mayores de València se sitúan entre los de mayor dificultad, lo que refleja la meticulosidad y el esmero necesarios para su elaboración.
En el aspecto cromático, el espolín de la fallera mayor contará con 33 colores, mientras que el de la infantil incorporará 36 tonos. Esta variedad cromática no solo aporta riqueza visual, sino que también realza la complejidad y el valor artesanal de cada pieza.
Para cada traje y año, se necesitarán 13,50 metros de tejido para la fallera mayor y 12,50 metros para la infantil. Además, se incluirán 50 cm de tejido destinados a la confección de los zapatos, asegurando así una armonía completa en el atuendo. El precio máximo establecido por metro de tejido es de 1.500 euros, reflejando la exclusividad y la calidad de la seda utilizada.
Compromiso con el medio ambiente
Los pliegos técnicos de la licitación enfatizan la importancia de la sostenibilidad en la elaboración de las telas. Se exige la utilización de materiales no contaminantes y respetuosos con el medio ambiente, asegurando así que la tradición y la artesanía vayan de la mano con la responsabilidad ecológica.
Proceso artesanal de confección
La elaboración del espolín es un proceso que combina tradición, destreza y pasión. Se utiliza seda de origen animal, principalmente del gusano de seda, para garantizar la calidad y la textura del tejido. Los artesanos valencianos, desde los siglos XVIII y XIX, han perfeccionado técnicas que, sin la intervención de mecanismos modernos, permiten crear verdaderas obras de arte textiles.
En los telares, el tejedor va plasmando el dibujo del cartonaje, configurando un bordado que da vida y personalidad a cada espolín. Este proceso, completamente artesanal, requiere de paciencia, precisión y un profundo conocimiento de las técnicas tradicionales.
Plazos y entrega
Vives y Marí se ha comprometido a entregar los espolines con antelación suficiente para la confección de los trajes que se lucirán el día de la exaltación. Aunque la fecha máxima de entrega se estableció para el 30 de noviembre de cada año, la empresa ha ofrecido reducir este plazo en diez días, demostrando así su eficiencia y dedicación al proyecto.
Además, la empresa cederá el espolín en régimen de préstamo, devolviéndolo una vez finalizado el trabajo, en cumplimiento con las disposiciones del Ayuntamiento sobre la propiedad del diseño.
Una apuesta por la excelencia
La adjudicación a Vives y Marí no solo refuerza la confianza en una empresa local con amplia trayectoria, sino que también asegura que las falleras mayores de 2025 y 2026 lucirán trajes que son auténticas joyas de la artesanía valenciana. Cada espolín representa horas de trabajo, dedicación y una pasión inquebrantable por mantener vivas las tradiciones que han definido la identidad de València durante siglos.
La inclusión de detalles como la tela para los corpiños de manga larga y el tejido para los zapatos refleja una visión integral del atuendo, asegurando que cada elemento esté en perfecta sintonía. Este nivel de atención al detalle es lo que distingue a las Fallas como una celebración donde el arte, la cultura y la tradición se entrelazan de manera única.
La elección de Vives y Marí para la confección de los espolines de las falleras mayores e infantiles de València en 2025 y 2026 refuerza el compromiso del Ayuntamiento con la artesanía local y la sostenibilidad. Al confiar en una empresa con décadas de experiencia y una reputación intachable, se garantiza que las máximas representantes de las Fallas luzcan trajes que son verdaderas obras de arte.
Esta decisión, que por primera vez abarca un período de dos años, refleja una visión a largo plazo y un reconocimiento al valor inestimable de la tradición y la artesanía valenciana. Las Fallas de 2025 y 2026 prometen ser, una vez más, un escaparate de la cultura, el arte y la pasión que caracterizan a València y su gente.