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Desmontaje del muro de Benifaraig: un paso hacia la mejora urbana

En Benifaraig, una pequeña pedanía de Valencia, un proyecto de urbanismo ha comenzado a desmantelar un muro que ha sido objeto de debate durante años. Este muro, más conocido como «la pantalla acústica», se encuentra entre el carrer de Palma de Gandia y la travesía del Camí de Moncada (CV-315). Con un presupuesto de 47.000 euros y un plazo de ejecución de dos meses, la intervención tiene como objetivo mejorar no solo la estética de la zona, sino también la accesibilidad y la seguridad vial.

Desmontaje del muro de Benifaraig

Un cambio muy esperado por los vecinos

El desmantelamiento del muro no solo es una obra más en la ciudad, sino el cumplimiento de una demanda vecinal muy importante. Los habitantes de Benifaraig han estado solicitando esta acción durante años, ya que el muro los separaba de la huerta, un entorno natural que forma parte de su identidad local. Además, el impacto acústico de la carretera era una preocupación constante, y la retirada del muro promete aliviar este problema. Este tipo de proyectos refuerzan el compromiso del ayuntamiento con las demandas ciudadanas, destacando la importancia de escuchar y atender a los vecinos.

Mejoras en accesibilidad y seguridad

Además del desmantelamiento del muro, el proyecto incluye varias mejoras en la accesibilidad y la seguridad de la zona. En particular, el cruce entre los carrers de la Venta del Moro, la Santíssima Creu y Mossén Aguilar presenta serios problemas de accesibilidad. Las aceras tienen un pendiente transversal excesivo, lo que dificulta el tránsito de peatones, especialmente aquellos con movilidad reducida.

La intervención del personal técnico municipal ha identificado estos problemas y se han diseñado soluciones para corregir el cruce. La mejora en la accesibilidad será un gran avance para los habitantes de la pedanía, quienes podrán desplazarse con mayor comodidad y seguridad por la zona. La combinación de la retirada del muro y la mejora de las infraestructuras peatonales ofrecerá a Benifaraig un entorno mucho más amigable para sus residentes.

Un impacto positivo en el paisaje y la calidad de vida

El muro, con una longitud de 135 metros, separaba visual y físicamente la pedanía del tráfico de la CV-315. Ahora, la eliminación de esta barrera permitirá a los vecinos reconectar con su entorno natural y disfrutar de vistas despejadas hacia la huerta. Sin embargo, no todo será retirado. Detrás del muro se encuentra una jardinera de 125 metros de baladres, la cual se mantendrá para cumplir con la función de separación física y visual entre la carretera y el pueblo.

Esta jardinera contribuirá a mejorar el paisaje, mientras que la instalación de nuevas barandillas en puntos específicos añadirá un nivel adicional de seguridad. Estas barandillas están diseñadas para complementar las ya existentes en la zona, con el objetivo de asegurar que los peatones puedan circular sin peligro.

La pacificación del tráfico: un paso esencial

Antes de que se aprobara el desmantelamiento del muro, se llevaron a cabo otras intervenciones esenciales. La Diputación de Valencia actuó para reducir el impacto acústico en la zona mediante la instalación de una capa de rodadura asfáltica especial, diseñada para reducir el ruido del tráfico vehicular. Además, la reducción de la velocidad a 30 km/h en la travesía de Benifaraig ha sido una medida clave para mejorar la seguridad tanto de conductores como de peatones.

Con la creación de una zona ajardinada, la instalación de un paseo iluminado y la reducción de los carriles de tráfico, se ha logrado pacificar la circulación en la zona. Estas acciones no solo han reducido el nivel de ruido, sino que también han hecho que sea más seguro y agradable caminar por Benifaraig. La combinación de estas mejoras ha generado un cambio significativo en la calidad de vida de los vecinos, quienes ahora disfrutan de un entorno más tranquilo y seguro.

Un proyecto que refuerza la identidad local

El desmantelamiento del muro no es solo una obra de infraestructura, sino un símbolo de la conexión entre los vecinos de Benifaraig y su entorno natural. La huerta es una parte fundamental de la identidad de esta pedanía, y el muro había sido un obstáculo para esa conexión. Ahora, con su retirada, los residentes podrán disfrutar de nuevo de un acceso visual y físico a este espacio, mejorando la cohesión entre el pueblo y su entorno.

Además, la intervención refuerza la importancia de la participación ciudadana en las decisiones urbanísticas. Los vecinos de Benifaraig han sido escuchados y sus demandas han sido atendidas, lo que subraya el valor de una administración que se preocupa por las necesidades de sus ciudadanos.

Un ejemplo de urbanismo responsable

Este proyecto no solo mejora la accesibilidad y la seguridad, sino que también destaca como un ejemplo de urbanismo responsable. La eliminación del muro, la mejora de las infraestructuras y la pacificación del tráfico son acciones que demuestran el compromiso del ayuntamiento con un desarrollo sostenible y con la mejora de la calidad de vida de los vecinos.

En resumen, la retirada del muro de Benifaraig y las intervenciones adicionales representan un cambio significativo para esta pedanía de Valencia. Los habitantes ganan en accesibilidad, seguridad y conexión con su entorno, mientras que la administración local demuestra su capacidad para responder a las demandas vecinales con soluciones efectivas y sostenibles.