Cuando se habla de revitalizar la economía local, pocos proyectos son tan cruciales como la modernización de las áreas industriales. En la comarca de la Costera, esta necesidad ha sido reconocida con una inversión significativa de 593.069,36 euros destinada a cinco polígonos industriales. El Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace+i) ha puesto en marcha esta iniciativa como parte de su convocatoria de 2024, dirigida a mejorar infraestructuras, servicios y la imagen de estas áreas. El objetivo es claro: hacer de estos polígonos lugares más atractivos y competitivos, no solo para las empresas locales, sino también para potenciales inversores externos.
¿Por qué invertir en la modernización industrial?
La consellera de Innovación, Industria, Comercio y Turismo y presidenta de Ivace+i, Nuria Montes, ha sido enfática en subrayar la importancia de esta inversión. Según sus palabras, la renovación no solo mejorará las instalaciones y servicios existentes, sino que también dotará a los parques empresariales de una nueva imagen, más acorde con las exigencias del mercado actual. En un entorno globalizado, donde la competencia es feroz, las empresas necesitan ubicarse en espacios que les ofrezcan ventajas logísticas, tecnológicas y de infraestructura.
Los cinco polígonos que se beneficiarán de estas subvenciones del 70% son El Canari de l’Alcúdia de Crespins (138.119,89 euros), Les Moles de Canals (33.646,78 euros), el polígono industrial de Genovés (140.053,98 euros), el polígono industrial de Llanera de Ranes (140.796,25 euros) y Pla de les Forques de Vallada (140.479,46 euros). Estas cifras reflejan no solo la magnitud del proyecto, sino también el compromiso del Ivace+i con la región de la Costera.
Mejoras clave: más que asfalto y luminarias
Hablar de modernización no es solo hablar de asfalto nuevo o más luminarias. Las mejoras en los polígonos industriales de la Costera son mucho más profundas y abarcan aspectos cruciales que pueden marcar la diferencia entre el éxito y el estancamiento de una empresa.
Entre las mejoras que se costearán, destacan las relacionadas con la infraestructura vial y los servicios de seguridad contra incendios. La mejora de las vías no solo facilitará el tránsito de vehículos y mercancías, sino que también reducirá el desgaste de los mismos, mejorando la eficiencia operativa de las empresas instaladas en estas áreas.
Además, se implementarán medidas de eficiencia energética en el alumbrado público, un paso necesario en un mundo donde la sostenibilidad ya no es opcional, sino un requisito. Esto no solo contribuirá a reducir la huella de carbono de los polígonos, sino que también disminuirá los costos energéticos a largo plazo. Y es que, en una economía donde cada euro cuenta, la reducción de costos operativos puede ser el factor que permita a una empresa mantenerse competitiva.
Por otro lado, la señalización del tráfico y la identificación de las calles dentro de los polígonos son mejoras que, aunque puedan parecer menores, son fundamentales para la organización y el buen funcionamiento de estos espacios. Una buena señalización reduce el tiempo de desplazamiento dentro de los polígonos y facilita la localización de empresas, lo que a su vez mejora la logística y el servicio al cliente.
Agua, electricidad y movilidad: pilares de la competitividad
No se puede hablar de modernización industrial sin mencionar la importancia de un buen suministro de agua y electricidad. En este sentido, las mejoras previstas en el suministro de agua, tanto bruta como potable, son esenciales. El aumento de caudal y presión no solo beneficiará a las empresas que dependen del agua para sus procesos productivos, sino que también garantizará un servicio más fiable y continuo.
El suministro eléctrico es otro aspecto crítico. Una red eléctrica moderna y eficiente no solo evita interrupciones en la producción, sino que también soporta la implementación de nuevas tecnologías que pueden aumentar la productividad. En un mundo donde la automatización y la digitalización son la norma, contar con un suministro eléctrico robusto es indispensable.
Finalmente, la creación y adecuación de un carril bici dentro de los polígonos es una apuesta por la movilidad sostenible. Esta medida no solo facilita el acceso a los trabajadores que optan por modos de transporte más ecológicos, sino que también contribuye a descongestionar las vías principales, reduciendo el impacto ambiental del tráfico rodado.
¿Qué significa esto para la Costera?
La inversión en estos polígonos industriales no es un hecho aislado, sino parte de una estrategia más amplia para revitalizar la economía de la comarca. Al mejorar las infraestructuras y servicios, se está creando un entorno más atractivo para las empresas, lo que a su vez podría atraer nuevas inversiones y generar más empleo.
Pero no solo se trata de economía. Una mejora en la infraestructura también repercute en la calidad de vida de los trabajadores y en la sostenibilidad de la región. Menos tiempo en el tráfico, entornos de trabajo más seguros y eficientes, y un compromiso con la sostenibilidad son aspectos que benefician a toda la comunidad.
Es importante que este tipo de iniciativas continúen y se expandan a otras regiones. La modernización industrial es un motor de desarrollo, y en un mundo cada vez más competitivo, es crucial no quedarse atrás. La Costera, con esta inversión, da un paso firme hacia un futuro más próspero y sostenible.