En el distrito de Patraix, un rincón muy especial se renueva para los más pequeños. El jardín de la plaza de Enrique Granados no solo es un lugar para pasear o sentarse a disfrutar de una tarde tranquila, sino que ahora se erige como un espacio lleno de diversión y creatividad para los niños. Gracias a una inversión de 139.150 euros, la Delegación de Parques y Jardines ha transformado una parte del jardín en una increíble área de juegos que encanta tanto a los peques como a sus familias. Vamos a sumergirnos en esta fantástica novedad y descubrir por qué este espacio es ahora el centro de atención del barrio.
Un espacio diseñado para la imaginación
La ampliación del área de juegos en el jardín de Enrique Granados no fue un simple añadido. Fue todo un proyecto para fomentar la creatividad y la imaginación de los niños. Se buscó romper con lo tradicional y ofrecer alternativas que inciten a nuestros peques a pensar, explorar y jugar de formas diferentes. En un espacio de 790 m², emergen toboganes, un rocódromo, una pasarela-túnel y áreas de escalada y descenso. Cada rincón está diseñado para que los niños combinen diversión con movimiento, todo mientras desarrollan sus habilidades motrices y sociales.
Accesibilidad para todos
Uno de los puntos destacados de este nuevo espacio es su enfoque inclusivo. No importa la condición física del niño, el área de juegos está pensada para que todos puedan disfrutar. La accesibilidad es clave, y se ha cuidado cada detalle para asegurarse de que la diversión sea un derecho de todos, sin excepción. Por eso, el diseño incluye elementos que cumplen con los requisitos de accesibilidad y están adaptados a diferentes edades y condiciones de movilidad. Así, nadie queda fuera de la diversión.
No solo para los niños
El jardín no solo piensa en los peques. Elementos de descanso y apoyo isquiático salpican la nueva área de juegos, invitando a los adultos a relajarse mientras los pequeños juegan y exploran. Estos espacios de descanso ofrecen un respiro a padres y tutores, permitiéndoles disfrutar del entorno y vigilar a los niños al mismo tiempo. Todo está cuidadosamente organizado para que la experiencia sea cómoda y placentera para toda la familia.
La evolución de un proyecto participativo
Lo que hace especialmente único a este proyecto es su origen. La ampliación del área de juegos es el resultado de un proceso de participación ciudadana. La comunidad tuvo voz y voto, asegurándose de que el resultado final no solo respondiera a las necesidades actuales, sino que también reflejara los intereses de quienes habitan y disfrutan del barrio de Patraix. Este enfoque inclusivo garantiza que el jardín se convierta en un espacio verdaderamente compartido, donde cada familia sienta que su opinión cuenta.
Un nuevo punto de encuentro familiar
Según Mónica Gil, la concejala de Parques y Jardines, este espacio renovado convierte el jardín de Enrique Granados en un punto de encuentro ideal para las familias. Ya no es solo un lugar para jugar, es un rincón donde cada visita se vuelve una aventura inolvidable. Con la diversidad de juegos y la seguridad de un entorno adaptado, los padres pueden relajarse y dejar que sus hijos corran, salten y exploren sin preocupaciones.
Para Gil, este no es solo un paso más en la expansión de las zonas infantiles de la ciudad. Es un ejemplo perfecto de cómo la innovación y la creatividad pueden transformar un simple parque en un espacio lleno de magia y posibilidades. Con la renovación del jardín, Patraix obtiene más que una mejora estética. Recibe un lugar que invita a explorar, a soñar y a compartir momentos inolvidables en familia.
Así, el jardín de la plaza de Enrique Granados no solo ha ampliado su espacio de juegos. Ha desbloqueado un nuevo capítulo en la vida del barrio, uno donde la comunidad lidera el camino hacia un futuro más inclusivo, divertido y participativo. ¡Quién diría que un jardín podría llegar a significar tanto!
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